Tras ser traicionada, la leyenda Aura renace en Fátima, despreciada por los Martín y casada a la fuerza con el heredero Jiménez. Pero ella triunfa en los negocios y la alta sociedad, arruinando a quienes la subestimaron mientras su esposo, su amor secreto, la adora.
Jimena está enamorada de Eduardo desde la época estudiantil, pero él no recordaba su nombre. Cuando creía que no se volverían a ver, su familia arregló una cita entre ellos. Jimena acepta casarse con Eduardo sin dudar. Viven en cuartos separados, Jimena sabe que Eduardo solo actúa por deber, así que guarda sus sentimientos.