Tras ser traicionada en el parto y perder a su hijo, Clara regresa años después. Al unirse al Instituto Ferrer, descubre que el heredero es su hijo, lo que lleva a la verdad y al reencuentro con Ignacio, el padre.
Tras decidir divorciarse del magnate Alexis por no soportar su matrimonio por contrato, la heredera Vylina cae hasta lo más bajo. Pero tras superar los golpes más duros, logra el éxito en su carrera y en el amor.
Camila, hija de una diva, es intercambiada por Natalia al nacer. Años después, participa en un concurso musical, pero su madre biológica, que no la reconoce, actúa en su contra para favorecer a su hija adoptiva.