Violeta perdió a su madre por culpa de Ximena, la amante del regente. Para vengarla, entró al palacio como criada. Con ingenio y poder, subió hasta ser la esposa del regente. Venció a cada rival, sin piedad ni freno, hasta reinar sola en lo alto del poder.
Tras quedar viuda, una madre lucha por criar a su hijo y otros tres huérfanos que adopta. Para pagar sus estudios, trabaja sin descanso cargando ladrillos incluso durante el tiempo del almuerzo. Sus cuatro hijos le recompensan con todo su amor.